Estafa y simulación de delito

El acusado denunció el hurto de su teléfono móvil en el Metro de Madrid. Posteriormente, vendió el mismo dispositivo a través de una aplicación de compraventa y reclamó a su aseguradora, obteniendo un nuevo terminal. La denuncia inicial fue archivada en comisaría, pero las investigaciones posteriores revelaron, tras revisar las imágenes de las cámaras de la estación de metro, que no hubo tal hurto.

El acusado fue condenado por un delito de estafa y otro de simulación de delito, ya que la uncia no había dado lugar a actuaciones judiciales.

El acusado recurre argumentando la vulneración del derecho a la presunción de inocencia. Alega que el comprador del móvil a través de la aplicación no pudo identificarle por lo que cualquiera podía haberlo vendido, con lo que se vulneraba su derecho a la presunción de inocencia. Además, la denuncia no había dado lugar a actuaciones judiciales, por lo que no se cumplían los requisitos para la condena por simulación de delito.

El Tribunal Supremo anula la condena por simulación de delito. La denuncia de hurto no había generado actuaciones judiciales, por lo que no se cumplía con las exigencias de tipicidad del delito de simulación. Si se presenta la denuncia, sin identificar a posibles autores y está predestinada a su archivo y a no dar lugar a actuaciones judiciales tal acción no encaja en el delito tipificado en el CP art.457.

Sin embargo, mantiene la condena por estafa, incluyendo la obligación de indemnizar a la aseguradora.